La oralidad tiene garantía en el pueblo. Hay que saber escuchar.

sábado, 31 de octubre de 2009

María en el Cielo, por Alberto Durero (1471-1528).


BAUTISMO DE LUNA. Susana Yáñez Latorre.

Un criterio para seleccionar el objeto de una investigación es el interés que exista en su relevamiento a los efectos de desentrañar algo acerca de la sociedad. Los comportamientos sociales no visibles, tomados como rituales son de extraordinaria importancia, no solo por salvar el rasgo folklórico del olvido, es decir la pérdida del hecho en si que no será traspasado a otra generación, sino porque rastreando su origen llegamos a esa urdimbre de culturas en  que estamos inmersos.En todos los pueblos y en todos los tiempos, hay siempre un núcleo de hechos folklóricos que persisten con una fuerza conservadora indiscutible.El el año 1981, comencé el relevamiento de la presentación de los niños a la luna y dado que se realiza para que los "amadrine", le he llamado simplemente "Bautismo de Luna".Fueros investigados los diecinueve Departamentos de la República Oriental del Uruguay, basándonos en datos de informantes del medio urbano y rural.La primera vez que  lo presencié , contaba yo con trece años y como de hecho me interesaba todo, observé en casa de una viuda que había sido recientemente abuela, como sacaba a la pequeña de la cuna y através de los vidrios de la cocina la mostraba a la luna murmurando o rezando. Ese momento fue para mi tan mágico que aun hoy,  cerrando los ojos puedo ver la mujer, la niña y escuchar el rezo.El material recolectado en esta investigación está basado en interrogatorios que comienzan siempre con otros temas hasta crear la confianza para hablar de algo que se considera personal. Hay que esperar para atrapar un dato, tanto la charla que no atañe al tema como los interminables silencios que el informante pauta hasta que  los quiebra con pequeñas entradas en la conversación; "Y si" o "ta bueno"... hasta que de pronto salta a un tema más profundo que es el corredor a nuestra búsqueda.Se empleó una observación sistemática y directa, con una permanencia en el lugar relevado de dos o tres días.Para entrevistar trecientos cinco informantes, se siguieron tres métodos:a)Contacto con las personas más ancianas del lugar.b)La visita si hay en la zona a curanderos, yuyeros, comadronas.c)La selección al azar de dos manzanas por barrio.
La narración y recolección del Bautismo de Luna pretende ser un aporte más al descuidado folklore nacional.

LA LUNA COMO OBJETO DE ESTE ESTUDIO.

La Luna desempeña un importante papel en las iniciaciones donde aquel que se inicia se convierte en “un hombre nuevo” o adquiere un rol social que lo habilita a continuar la vida dentro de su comunidad.
Generalmente, los ritos iniciáticos son secretos y se realizan al llevar a una etapa determinada de la vida, tan secretos como puede ser también la asignación del nombre verdadero o las palabras de rol.
Entre otros, los Ona, consideraban las manchas de la luna como huellas dejadas sobre la cara lunar por las bofetadas que el sol le dio a su esposa porque esta reveló secretos de la iniciación.
Coluccio, Félix. Diccionario de Creencias y Supersticiones. Bs. As. Corregidor (1984: p. 251).
Muchos pueblos desde tiempos antiguos han iniciado sus integrantes presentándoles al nacer ante los astros que consideraban sagrados.
Los Pieles Rojas, tenían una oración dirigida a las potencias de los cielos para la seguridad del niño desde la infancia hasta la vejez. El día octavo después del nacimiento de un niño Omaha y antes de que recibiera el nombre, el hechicero presentaba el niño al cosmos recitando el siguiente parlamento:
"¡Oh! vosotros, Sol, Luna, Estrellas y todos los que os movéis en el firmamento, os suplico que me oigáis!
a  vuestro seno ha venido una nueva vida, Consentidlo! os lo imploro, allanad su camino para que pueda llegar a la cima de la primera colina!"
Harris Salomón, Julián. Arte y costumbres de los Pieles Rojas. Barcelona, (1945: 224). 
Existen varias creencias relacionadas con la luna y el embarazo, en parte por la determinación de contar el tiempo en lunas y afirma la creencia popular que "si la mujer embarazada llega a completar diez lunas de embarazo hay derecho a esperar el nacimiento de un gran hombre"
Coluccio, Félix Diccionario de Supersticiones Bs. As. Corregidor (1984: p.182) Vicuña Cifuentes, Julio Mitos y Supersticiones. Estudios del Folklore chileno. Santiago Nascimento (1947: p.163).
Se cree además que una mujer que conciba estando la luna es su fase nueva, parirá un niño mientras que si fase es el último cuarto menguante, será niña.
Se releva para Santiago de Chile que "los padres pueden saber en cualquier tiempo el sexo del hijo que ha de seguir al último nacido. Si este vino al mundo cuando la luna estaba en menguante, el que le siga será de su mismo sexo y de sexo diferente si la luna estaba en creciente. Esta ley la formulan así: Menguante, semejante, creciente, diferente" .
Vicuña Cifuentes, Julio Mitos y Supersticiones. Estudios del Folklore chileno. Santiago Nascimento (1947:  p248).
En el siglo XVIII la Astrología  estaba tan vinculada a los nacimientos que era común, sobre todo entre la clase pudiente, la consulta a un astrólogo que diría bajo que constelación nacería el niño y marcaría la influencia lunar sobre dicho momento.
En el Libro de los Destinos, cuya propiedad fue atribuída al Emperador Napoleón, encontrado en 1801 en una de las tumbas reales del Alto Egipto cerca del Monte Libico, se dan pronósticos completos sacados de las fases de la luna que marcan el carácter del niño y sus futuras actividades.
La luna se consideró un elemento potente, tanto cuando está presente como cuando desaparece. El temor a los eclipses es uno de los elemntos más estudiados por el folklore etnográfico.
Figura para el antiguo México la idea de que los niños nacidos durante un eclipse de luna se convertirían en ratones.
Nicolay, Fernando. Libro de las Creencias. Bs. As. (1946: p. 218).
En Chile, las personas que muestran en la cara una mancha oscura, entre negra y violácea, nacieron según se cree con este estigma porque sus madres durante el embarazo tuvieron la imprudencia de contemplar algún eclipse de luna o sol. Vicuña Sifuentes, Julio  Mitos y Supersticiones. Estudios del Folklore chileno. Santiago Nascimento (1947; p. 167).
La República Dominicana tiene también esta superstición. Andrade, Manuel José Folklore de la República Dominicana. Universidad de Santo Domingo. Montalvo. T. II (1948: p. 576).
En Venezuela, si la mujer embarazada ve un eclipse, el niño nacerá con una mancha roja en la cara. Acosta Saignes, Miguel Estudios de Folklore Venezolano. Facultad de Humanidades y Educación. Universidad de Venezuela. Caracas (1962: p. 145).
En la Europa Medieval, regiones como la Baja Bretaña, consideraban que la luna era capaz de hacer concebir a una mujer y para contrarrestar el peligro, las jóvenes ponían especial cuidado de no salir de noche y de hacerlo debían cubrirse la cabeza.  La luna también castigaba a las muchachas bretonas que no se ocultaran para hacer sus necesidades, haciendo que concibieran sin tener relaciones.
Esta potencialidad lunar es reconocida por muchas culturas. Los esquimales piensan que con solo mirar de frente la luna llena, una mujer puede concebir. Para ellos, existe el espíritu de la luna que tiene facciones humanas y el poder de hacer fecundas o estériles a las mujeres.
Señora de "todas las cosas vivas", la luna ha tejido todos los destinos y en el velo cósmico se encuentra inscripto el porvenir de los hombres. Este es el velo que lleva Isis, diosa lunar de la fecundidad.
Homero en la Odisea nos presenta las hiladoras lunares, las Moiras. Con la rueca y el huso en la mano, van hilando el hilo de la vida.
El hombre ha tratado en todos los tiempos de prolongar ese hilado y busca para ello diversas protecciones.
Aún hoy puede relevarse en nuestro país una presentación formal del recién nacido a la divinidad celeste.

DESVIACIONES DEL CULTO RELIGIOSO. AGUA DE TIEMPO.

Cada etapa de la vida da lugar a determinados usos y costumbres familiares. El nacimiento, provoca una serie de pensamientos y sentimientos mediante los cuales se trata de salvaguardar al recién nacido de todo los peligros posibles.
Este pequeño ser, sale a la luz, cargado de herencia y predestinación. Según reza un viejo proverbio árabe "el hombre nace con su propio destino encima".
Se ha considerado por ello muy importante crear alrededor del niño las condiciones más favorables.
Las prácticas de bautismo son una de las formas de asegurar en primer término la posibilidad de salvación frente a un posible peligro de muerte, "ahorrarle al niño el limbo" según palabras de un informante y en el caso del bautismo lunar lograr protección para el crecimiento y la felicidad.
Muchas de las ceremonias preventivas podrían quizá colocarse o pensarse dentro  del marco de la superstición, tomando para ello la definición de que la superstición es una desviación del sentimiento religioso por la que uno se ve llevado a crearse falsas obligaciones, a tener temor de cosas que no deben ser temidas o a poner la confianza en otras que son vanas.
La superstición puede en este caso ser definida como un sentimiento para religioso que empuja a observar ciertas reglas, a cumplir ciertos gestos, a pronunciar ciertas palabras con el fin de atraer la salud o alejar la  muerte.
Por ejemplo, el bautismo "sin Cura" es decir no oficiado por sacerdote, es una ceremonia de desviación del culto cristiano a la que se atribuye una acción preventiva y liberadora. Sobre este punto, una informante nacida en Artigas en 1890, me indicó que sus diez hijos antes de haber sido presentados a la Luna habían sido bautizados con "agua de tiempo" por creer que la misma tenía más fuerza. Esa agua, muchas veces es juntada la noche de San Juan y guardada para estos casos y para alejar las tormentas.
En Venezuela, el bautismo religioso se realiza cuando el niño cumple un año, pero es común que a los pocos días de nacido le pongan agua bautismal sus dos padrinos, o su abuela para "que no muera moro" y los padrinos reciben el nombre de "padrinos de agua"- Aretz, Isabel (1957: p.98)
Este tipo de ceremonia se realiza antes de que el niño cumpla la semana de vida por temos a que muera con el llamado "mal de los siete días",
Según informaciones recavadas en el Hospital Dolores Pereira de Rossell, se denomina así al plazo de incubación del tétano en el cordón umbilical cuando el recién nacido se halla en condicones precarias.
Como respaldo literario, podemos citar el llamado "mal de los siete días" mencionado por un médico español que atendió casos en nuestro país atribuyéndolo a enfermedades del ombligo. Mombrú, Pedro M. (1869:p.475)

El "mal de los siete días" es el tétano producido por la caída del ombligo no bien curado de los recién nacidos. Granada, Daniel (1896:p.547)
Para ilustrar la ceremonia de agua de tiempo, tomaremos el relevamiento de un médico en el área rural: "elijo los padrinos, expresa el informante, y se hace lo siguiente: la madrina toma tres ramitas verdes de malva o de pitanga o cualquier otra planta que no sea mala y se van miojando de a una en el agua del río que es como agua bendita. El padrino se persigna con una de esas varitas y dice "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" y tira las varitas para atrás por encima de la cabeza. Así con las tres varitas. Luego los padrinos se abrazan con los padre. Mire yo aquí nunca he visto un bautismo con Cura" Braceiro Diez, Héctor, (1975:p.31)
El ritual de presentación a la Luna difiere en la finalidad. Es una práctica mediante la cual se pone al niño en armonia con las influencias del cielo y así se evita que la Luna, tan poderosa, "tome" o "alune" al pequeño o su ropa que hasta realizada la presentación formal no debe ser dejada al sereno.

Bibliografia mencionada
Aretz, Isabel. Manual del Folkore Venezolano. Biblioteca Popular Venezolana. Caracas, 1957
Braceiro Diez, Héctor. Supersticiones y Curanderismo. Montevideo, 1975.
Granada, Daniel Supersticiones del Río de la Plata. Montevideo, 1986
Mombrú, Pedro. El regenerador de la naturaleza. Tomo II. Barcelona 1869

DESCRIPCION DE LA CEREMONIA

Para asegurar la protección "potente" de la Luna, la criatura deberá serle mostrada o "presentada" durante la fase correspondiente a la Luna nueva.
Nuestro satélite recorre el zodíaco en el espacio de un mes sideral y hay Luna llena cuando el Sol y la Luna están opuestos en el zodíaco y Luna nueva cuando ambos están unidos.
Es decir que se llama Luna nueva a la Luna en el tiempo de su conjunción con el Sol.
En el folklore, hay una regla para conocer la edad de la luna o como dicen los informantes si es nueva o vieja. "Luna creciente, puntas a Oriente, Luna menguante, puntas adelante"
Una informante me relató que ella sabía los días de la luna mirando a través de una tela y este dato tiene su garantía literaria en los relevamientos de Julio Vicuña Cifuentes para Chile donde recava "para saber cuantos días tiene la Luna, se la mira  al través de la falda de la camisa y según el número de rayas que cruzan el disco, otros tantos serán los días que tiene"
Son muchas las respuestas que se me han dado con respecto a las fases de la luna en que el niño debe ser presentado: "sin ser la llena, la otra", "no debe ser amarilla, la Luna nueva es blanca" mientras que otros informantes no dan importancia a la fase de la Luna sino a que el niño sea presentado lo antes posible.
Es entonces que una vez producido el nacimiento, con el espacio que media hasta la Luna nueva, o luego del séptimo día, o luego del mes, se efectúa la "presentación".
Algunos lo hacen una sola vez pero la mayoría lo hacen durante tres noches. Las repeticiones de curas, santiguados y mediciones, generalmente se hacen tres veces, por la importancia potencial del número en la conciencia popular.
Las variaciones de la "presentación" estriban también en las fórmulas de oración utilizadas  y las partes del niño que serán mostradas. Se presta mucha atención a decir la oración sin errores, para no llevar a equivociones según dicen, pero ese rasgo también en común en el folklore a punto tal qu elas oraciones largas se dicen entre dos.
Una de las condiciones de investigar  folklore es respetar la importancia del informante por ello voy a transcribir las fórmulas y sus explicaciones en forma textual.


Informante:  María Esther Fernández Peña.

Departamento de Durazno
Edad: 68 años
Aprendió la fórmula de su abuela que era indígena.
 -¿Para qué hace usted esta presentación?
-"Contra los ojeos, las enfermedades y esas cosas"
-"Son supersticiones antiguas vio? Se sucede que desde que sale la Luna hasta que se dentra se la pasa llorando porque el sereno de la Luna le hace mal. Se hace para evitar el intuerto que es el tomado por la Luna".
-"La ropita si se la agarra el sereno y hay Luna sufren de contracciones y dolores de barriga, presentándosela a la Luna tres veces es como una protección. La criatura que no se entregue a la Luna no dormirá"
-¿Como debe estar el niño?
-"Vestido, de frente a la Luna"
-¿Lo presenta en silencio?
-"No"
-¿Se habla?
-"Si, debe decirse: Luna lunar
                           toma tu ar (aclara que es su poder)
                           mira mi niña
                           y ayudamela a criar" 
-¿Se dice algo más?
-"No"
¿La presentación termina ahí?
-"Te  das vueltaa de espalda y es con cualquier Luna pero la llena es peligrosa, mejor es la blanca madre. Puede pasarse también el niño en cruz y no debe mirarse hacia atrás después que se hace"
-¿Por qué?
-"No sé, la Luna tiene poder"
-Antes de presentarla, ¿deja la ropa afuera en la noche?
-"No, ni la ropa ni a la niña, ni la dejo tocar por la luz de la luna, pero si se me pasa tengo una manera para vencerla."
¿Me la puede enseñar?
-"No, no sé. Se lo voy a decir"
Se dice así: 
"Santa María parió tres hijas
una lee, la otra escribe, la otra cura
dolores de barriga, jaquecas, malestar
y otros malos oficios hechos con el Sol,
con la Luna, con las estrellas, con el fuego o con la noche.
Fulano... y lo nombra, yo te curo con el nombre de Dios,
Jesús, el Espíritu Santo y María Santísima"








 Bibliografía
Vicuña Cifuentes, Julio. Mitos y Supersticiones. Estudios del Folklore Chileno. Santiago, 1947